domingo, 24 de octubre de 2010

Más rúbricas

Escala utilizada

Calificación
Características de la respuesta

A
Respuesta bien enfocada. Aborda explícitamente lo que pide

(10, 9, 8)
la consigna, es decir, jerarquiza las ideas que explican lo que se
solicita. Desarrolla en forma correcta los conceptos pertinentes.


Presenta una buena organización, con un inicio que le da
autonomía de la consigna y un cierre en el que se retoma lo
principal de lo explicado. La respuesta se centra en explicar lo
que se pide desde el comienzo, y en su desarrollo amplía esta
explicación. Facilita la tarea del lector porque las ideas están
expresadas claramente y ligadas entre sí, con conectores u ora‑
ciones transicionales entre unos subtemas y otros, que señalan
las relaciones entre las nociones tratadas. Da gusto leerlo.

B
Respuesta sin jerarquizar. Aborda lo que se pregunta. pero

(7, 6)
sin ponerlo en primer plano ya que presenta los conceptos per‑
tinentes al mismo nivel que otros no directamente pertinentes.


Las nociones que son centrales para explicar lo que se pide
están confundidas con otras que deberían estar al servicio de la
explicación solicitada, pero nunca coexistiendo con ella. Tiene
problemas en la organización ya que o bien no se provee un ini‑
cio o cierre, o bien aparecen ideas desconectadas o poco claras.


Se entiende lo que se explica, pero con cierto esfuerzo por
parte del lector.


C
Respuesta no enfocada hacia lo que se pregunta. Se

(5, 4)
responde utilizando más o menos correctamente una serie
de conceptos,     pero que aportan     en escasa medida a
explicar lo que solicita la consigna. Presenta serios proble‑
mas en su organización: no se provee un inicio o cierre y
predominan las ideas desconectadas entre sí, ocultándose
las relaciones conceptuales que mantienen entre ellas. Hay
conceptos confusos. El lector debe hacer un gran esfuerzo
para comprender lo que está escrito.

D
Respuesta desacertada. Conceptos muy confusos que no

(Debe
apuntan al tema de la consigna o con errores importantes.

recuperar)
El lector no logra reconstruir, a partir de lo escrito, una
respuesta plausible para lo que se pregunta. El texto o bien
trata sobre otro tema con relación a la consigna, o bien
intenta centrarse en lo que se pide, pero no lo logra por
escasez de conocimiento sobre ese tema. Los problemas de
organización pasan a segundo plano ya que son los con‑
tenidos los que no se relacionan con la consigna o están
tratados de forma incorrecta.


 Este es un ejemplo de rúbrica para evaluar (y autoevaluar) respuestas. Sería interesante realizar algún ejercicio con los chicos donde ellos puedan aplicarla. Está extraido del libro de Paula Carlino "Leer y aprender en la Universidad".

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